¿Cómo son las carreras de gravel?
Las carreras de gravel han pasado de cero a cien en solo unos años atrayendo tanto a corredores profesionales como amateur, pero, ¿qué las hace tan emocionantes?
¿Cómo son las carreras de gravel?
Las carreras de gravel han pasado de ser totalmente desconocidas a ser muy populares tanto para corredores profesionales como amateur, pero, ¿qué las hace tan emocionantes?
Kilómetros y kilómetros sobre terrenos siempre cambiantes, todo sin ver un solo coche. Las carreras de gravel combinan la resistencia en largas distancias con la habilidad técnica y la fuerza mental necesaria para los maratones mtb. Gracias a las mejoras en las bicicletas, el descubrimiento de nuevas rutas, la posibilidad de que los aficionados rueden junto a los profesionales y las salidas en grupo, el número de aficionados al gravel no para de crecer.
Los básicos
Las carreras de gravel son exactamente lo que esperas, muchas pistas de tierra, pero que pueden ser muy diferentes. Cuando un ciclista se inscribe en una carrera gran fondo sabe que rodará la mayor parte del tiempo sobre asfalto, cuando un rider se inscribe en una carrera de enduro lo más probable es que solo pase por senderos, pero en una carrera de gravel el terreno cambia constantemente.
Pasarás del asfalto a los adoquines o las pistas de tierra y en ocasiones incluso rodarás por senderos. Elegir la bicicleta adecuada para una carrera de gravel no siempre es sencillo. Y se hace aún más difícil cuando piensas en carreras tan famosas como la DK y la Trans Iowa, ambas de más de 300 kilómetros de recorrido.
...¿Pero por qué?
Porque no hay coches. A cualquiera que pase mucho tiempo entrenando en carretera le gustará relajarse y tomarse un respiro sin tráfico. Para preparar adecuadamente una carrera de gravel los ciclistas pasan mucho tiempo rodando lejos de las carreteras y caminos más concurridos. Montar en bicicleta a través de un bosque por una tranquila pista forestal es un gran alivio, especialmente después de haber pasado muchos kilómetros sobre el asfalto rodeado de máquinas devoradoras de gasolina que pasan cerca de ti a toda velocidad.
Las carreras de gravel incluyen además nuevos desafíos. Desde pinchazos hasta desviadores rotos, una pista de tierra dura puede provocar serios problemas mecánicos. Sin soporte externo, los corredores tienen que mantener sus bicicletas en funcionamiento, lo que a menudo supone tener que sacar las herramientas a mitad de carrera. Tienen que preocuparse por la hidratación y la nutrición e incluso, en ocasiones, por la navegación. Las carreras de gravel pueden suponer un desafío logístico símplemente para llegar a la meta, pero ese esfuerzo adicional siempre va acompañado de un tipo especial de recompensa. Además, algunas carreras de gravel brindan a los aficionados la oportunidad de correr cara a cara o incluso de vencer a ciclistas profesionales del WorldTour.
Las carreras de gravel también obligan a los ciclistas a pensar en cómo mejorar su bicicleta. Encontrar tu cubierta favorita, el sillín adecuado y el mejor manillar puede marcar grandes diferencias durante una carrera de gravel, y eso hace que elegir el equipo correcto sea particularmente importante. Recorrer más de 300 kilómetros sobre superficies irregulares exige una configuración cuidadosa y un tipo especial de bicicleta.
Bicicletas de Gravel
El equipo
Desde bicicletas de montaña rígidas o máquinas de carretera gran fondo hasta la nueva generación de bicicletas de gravel, elegir la bicicleta adecuada depende del tipo de carrera y de tu estilo de conducción. Si bien una bicicleta de montaña, como la Exceed o la Dude, puede ser la opción más cómoda en un recorrido técnico, las cubiertas extra anchas hacen que sea más difícil mantener el ritmo y ser competitivo. Por otro lado, las bicicletas de carretera gran fondo como la Endurace son más rápidas en carretera, pero si el recorrido se llena de baches las cubiertas de menos de 33 mm se vuelven muy incómodas a medida que se acumulan los kilómetros.
Por eso se han desarrollado las bicicletas de gravel. En su mayor parte, las bicicletas como la Grail se parecen mucho a una bicicleta de carretera o ciclocross moderna, pero tienen algunas diferencias clave que las hacen más adecuadas para las carreras de gravel. Las bicicletas de gravel suelen tener un ángulo de tubo de dirección más relajado y una distancia entre ejes más larga. Esto hace que las bicicletas sean más estables cuando se circula por terrenos técnicos a gran velocidad. Su geometría en general es más relajada, dando más importancia a la comodidad que a la aerodinámica. Dicho esto, una bicicleta de gravel de gama alta como la Grail CF SLX también utiliza ruedas aerodinámicas de perfil ancho y los tubos de su cuadro de carbono están diseñados para aumentar la eficiencia aerodinámica.
Si bien hay diferentes interpretaciones, la mayoría de las bicicletas de gravel modernas utilizan algún medio para la absorción de vibraciones e impactos con el objetivo de mantener tus manos relajadas durante las largas y difíciles jornadas. Por ejemplo, la Grail utiliza un manillar y una potencia integrados de dos alturas que aprovecha las propiedades flexibles del carbono para absorber las vibraciones y mejorar la comodidad de agarre mientras pedaleas.
Casi todas las bicicletas de gravel están equipadas con frenos de disco hidráulicos. Proporcionan una mayor potencia y permiten la modulación de la frenada en comparación con los frenos de llanta tradicionales. Los frenos de disco también funcionan mejor en condiciones de humedad, barro y polvo, ya que los discos eliminan mejor y más rápido la suciedad y facilitan la instalación de cubiertas más anchas. Cada vez es más habitual que las bicicletas de gravel tengan cuadros y horquillas que permiten montar cubiertas anchas.
Cubiertas
Da igual si quieres competir o si solo estás probando algo nuevo, la elección de las cubiertas es fundamental. Si son demasiado anchas te moverás más lento y si son demasiado estrechas tus dientes se encargarán de absorber las vibraciones provocadas por los baches del camino. Mientras que algunos corredores han llegado a competir con cubiertas de 28 mm, el estándar actual para gravel está entre 35 y 45 mm, llegando en algunos casos hasta los 50 o 60 mm. Las cubiertas más anchas ofrecen múltiples ventajas a los aficionados al gravel. Las cubiertas de 40 mm de ancho, como las Schwalbe G-Ones de la Grail, proporcionan una conducción más cómoda en carreteras en mal estado. El mayor volumen de aire de la cubierta permite una mejor absorción de impactos y amortigua los pequeños baches. Además, las cubiertas más anchas también mejoran la tracción sobre superficies rugosas y sueltas. Su mayor superficie de contacto y los tacos hacen que la cubierta se agarre mejor al suelo, especialmente en las curvas.
¿Estás preparado para tu primera carrera de gravel? ¿O quizás necesitas actualizar tu equipo para ser más competitivo? Tenemos una sección entera dedicada a bicicletas gravel y los accesorios que necesitas para prácticar esta modalidad que ha llegado para quedarse. ¡Mucha suerte ahí fuera!