El padre de Roman Arnold importaba piezas para bicicletas desde Italia y las vendía en su remolque en las carreras en las que participaba su hijo Roman.
Tras una difícil pérdida y décadas de arduo trabajo, nosotros, Canyon, desarrollamos, diseñamos, ensamblamos y enviamos nuestras propias bicicletas de alta calidad a todo el mundo.
Todas las historias de éxito tienen un principio humilde. Y la de Canyon no es diferente.
Además de vender repuestos para bicicletas, el padre de Roman Arnold vitoreaba con orgullo a su hijo cuando competía en ciclismo de carretera. Mientras Roman participaba en las carreras su padre también luchaba por el oro. Consiguió hacer crecer sus ventas de piezas hasta crear un exitoso negocio de venta por correo de componentes para ciclistas profesionales.
Pero cuando Roman perdió a su padre a los 18 años, él y su hermano menor Franc tomaron las riendas del remolque.
Los hermanos aprovecharon esta oportunidad y fundaron la tienda Radsport Arnold. En 1985 abrieron su primera tienda de bicicletas en el centro de la ciudad alemana de Koblenz.
Y en los 90 todo cobró vida. Su negocio evolucionó de la distribución a la fabricación. La primera bicicleta de montaña marca Canyon llegó al mercado en 1996.
En 2002 la empresa cambió su nombre Radsport Arnold por el que actualmente es conocida en todo el mundo: Canyon. Un año después, en 2003, ya vendíamos bicicletas por internet directamente a todos nuestros clientes, este fue el inicio de un período de enorme crecimiento que continúa en la actualidad.
Hoy seguimos ampliando fronteras por todo el mundo y somos reconocidos internacionalmente gracias a la experiencia y buen hacer de nuestros más de 1.400 empleados.
Todos compartimos una misma pasión. Solo hacen faltan ganas, valentía y audacia para conseguir lo que quieras.