Candados para la bicicleta

Si acabas de invertir en una bicicleta, probablemente estarás pensando en cómo protegerla durante tus desplazamientos. Puede suceder con tu bicicleta de carretera cuando paras a echar un café, cuando sales a unos recados con tu bicicleta híbrida por la ciudad o mientras te diriges al trabajo en tu commuter bike; lo importante es que tu bicicleta esté protegida.

Cuando salgas con la bicicleta, el mejor consejo es que lleves encima un buen candado para proteger tu pertenencia más preciada. Hay una regla básica y sencilla: cuanto más gastes en un candado, más protegida estará tu bicicleta.

Con tantos robos de bicicletas, dejar la bici en cualquier lugar no resulta fácil. Una visita rápida al supermercado deja tiempo suficiente para que unos ladrones curtidos en el oficio corten el candado. No todos los candados son iguales; por eso, si de verdad quieres a tu bicicleta, es importante que te hagas con el mejor candado.

Hay una variedad enorme de candados, desde los delgados y ligeros hasta las cadenas gruesas y los de cable. Elegir el candado adecuado para la bicicleta requiere encontrar el equilibrio perfecto de la triple P: protección, peso y precio. En muchos casos, los candados más seguros son los más pesados y caros. Sin embargo, con las mejoras constantes de la tecnología, hoy en día encontramos también candados ligeros y seguros que no cuestan tanto dinero.

Abus ofrece varios de los mejores candados de bicicleta del mercado gracias a sus casi 100 años de experiencia en la fabricación de los sistemas de seguridad más resistentes del mundo. Fabrican candados que se pliegan para ocupar poco espacio, ya sea en la bicicleta o en un bolso. El Abus Bordo es el candado plegable más seguro disponible en el mercado.

Se considera que los candados en U son especialmente complicados de romper para los ladrones. Gracias al uso de metal endurecido y a su diseño, que suele ser patentado, son muy complicados de cortar, incluso con una sierra radial o con una cizalla.

A la hora de comprar un candado para bicicleta, busca un modelo estandarizado que se haya sometido a pruebas rigurosas frente a ganzúas, sierras y taladros.

Cuando vayas a dejar la bici, busca un aparcamiento para bicis que esté fijo o unas rejas que estén ancladas al suelo o a un edificio. Son difíciles de romper o desmantelar y, por ello, son lugares más seguros para fijar la bici. Evita los postes de madera o los árboles, los andamios y el mobiliario urbano, como los postes de las señales de tráfico.

Los lugares más transitados son mejores para la bicicleta, ya que los ladrones lo tendrán más difícil a la hora de buscar una oportunidad sin llamar la atención de los transeúntes. Cuando hay gente alrededor, es poco probable que el ladrón se arriesgue, ya que sabe que alguien podría plantarle cara. Aparcar la bicicleta en un lugar donde hay otras bicicletas y personas deja menos margen de maniobra a los ladrones para utilizar sus herramientas.

En zonas de mucho tránsito de pueblos y ciudades es más probable que haya circuitos cerrados de TV en funcionamiento; es decir, habrá más ojos sobre tu bicicleta y, especialmente, sobre el ladrón. Si tienes la desgracia de que te roben la bicicleta, las imágenes de las cámaras de vigilancia podrían servir para identificar al delincuente y facilitar su detención y la recuperación de tu bicicleta.

Si vas al cine, al gimnasio o a otro edificio donde vas a pasar bastante tiempo, un buen truco es aparcar la bicicleta a unas calles del lugar. Piénsalo: si un posible ladrón te ve entrar al cine a los pocos minutos de aparcar la bicicleta, sabrá al instante que dispone de un par de horas hasta que vuelvas a por ella.

La primera regla, y la más obvia, es que utilices el candado, aunque solo vayas a pasar unos segundos fuera de una tienda. Nunca se sabe quién está mirando. Cuando fijes la bicicleta, pon el candado con el cuadro en el objeto inamovible, preferiblemente en la parte inferior del tubo del sillín, en la caja de pedalier y en los platos para reducir el espacio existente en el interior del candado. Las ruedas son fáciles de desmontar, por eso es importante comprobar que el candado protege bien el cuadro antes de alejarse de la bici.

Mantén el candado elevado respecto al suelo cuando sea posible, ya que a los ladrones puede venirles bien usar el suelo para ayudarse a serrar el metal. Dejar la cerradura orientada hacia abajo también es una buena idea para evitar el uso de ganzúas.

Si utilizas un cable con candado, comprueba que el cable queda tirante antes de alejarte de la bici. De esta manera a los ladrones les resultará más difícil usar una cizalla o una radial.

Hay quien prefiere desmontar la rueda delantera de la bicicleta y colocarla junto a la rueda trasera antes de poner el candado alrededor de las ruedas y del triángulo trasero de la bicicleta. Este método es una manera muy segura de proteger la bicicleta, pero al mismo tiempo abre la posibilidad de que la horquilla delantera se raye contra el suelo, y desmontar y volver a montar las ruedas también da trabajo.

Además de poner un candado para proteger la bicicleta, es buena idea echar un vistazo a los seguros para bicicletas. Asegúrate de leer bien la letra pequeña para que la póliza sea válida con el candado que utilices. Determinadas pólizas exigen que utilices un candado estandarizado cada vez que la dejes sin vigilancia.

Si te preocupa dejar tu bicicleta con un candado en la calle, siempre tienes la opción de llevar encima otro candado para disuadir más a los ladrones. En lugar de romper un candado, tendrán que romper dos para poder llevarse tu bicicleta.

Cuando te compres una bici nueva, toma fotos detalladas y guárdalas. Anota todos los números de piezas en cuanto llegue a tus manos, incluido el número de chasis del cuadro. Si alguna vez desapareciera tu bicicleta, podrás recurrir a esas fotos para buscar ayuda o para reclamar al seguro.