¿Pedales planos? ¿Pedales automáticos? - ¿Cuáles son mejores?

Hace ya unos cuantos años, cuando el ciclismo se movía entre acero, cuero y lana, los ciclistas se apoyaban en pedales planos y usaban calapiés con correas para fijar los pies a los pedales. Mejoró la tecnología, los fabricantes se deshicieron de los calapiés manuales (por eso son automáticos los pedales) y los sustituyeron por un taco que se fijaba a rosca en la suela de las zapatillas y se trababa con un mecanismo que se parecía bastante a lo que hoy se conoce como pedales automáticos.

Look fue la primera marca que utilizó esta técnica que combinaba su experiencia en el sector del esquí y el mundo del ciclismo. Entre los primeros ciclistas que los utilizaron destacan dos figuras del Tour de Francia como Bernard Hinault y Greg Le-Mond. El resto, como se suele decir, es historia.

Los pedales automáticos son automáticos porque simplemente hay que colocarlos en el sitio exacto y ya está.

Entre los ciclistas de montaña, prácticamente la mitad prefiere los pedales de plataforma y la otra mitad se decanta por los automáticos. No hace tanto tiempo que los ciclistas de montaña profesionales preferían los pedales de plataforma, pero los diseños de trail modernos incluyen saltos y giros a gran velocidad que favorecen a los que utilizan pedales automáticos.

A uno de nuestros ciclistas de montaña, Markus Gebhard, le gusta apagar el ordenador y salir a recorrer las rutas de trail de su zona, y le preguntamos qué sistema de pedales prefiere. “Me gusta la libertad de echar pie a tierra cuando voy por rutas técnicas, resbaladizas o con raíces”, explica. Y en eso tiene razón, sobre todo si estás empezando.

Los pedales de plataforma tienen una superficie amplia que ofrece más contacto entre la zapatilla y el pedal. La mayoría de los pedales para bicicleta de montaña tienen unas púas que facilitan el agarre de las zapatillas de bicicleta de montaña. Aunque las púas puedan parecer peligrosas, se agradece que estén ahí cuando te lanzas en un descenso y cambias el peso de un pedal a otro.

Salvo que te dediques a la competición, unos pedales de plataforma sirven para todo en tus rutas de trail y en bike parks por igual. Cuando te dispongas a subir de nivel en serio, unos pedales automáticos pueden venirte muy bien.

Dos de las marcas de más confianza son Shimano y Crankbrothers, que ofrecen pedales para bicicleta de montaña tanto de plataforma como automáticos. También tienen pedales automáticos que utilizan las dos caras del pedal, para cuando sea esencial fijar las zapatillas en el mínimo tiempo posible.

Con el auge de las bicicletas gravel surge la pregunta de si es mejor utilizar pedales automáticos. Rodar lejos del asfalto puede ser bastante técnico a veces, pero en la ruta también podrías encontrar tramos largos de caminos de tierra como en la Strade Bianche; ¿qué hacemos?

Giulia Mantovani, Insights Manager de Canyon, ha analizado los datos y recomienda montar pedales automáticos de montaña en las bicicletas gravel. “En mi bicicleta de montaña utilizo pedales de plataforma, pero en una gravel es más importante el fondo físico que la técnica, y por eso utilizo pedales automáticos”, explica. Este reglaje permite pasar tramos a pie cargados con la bicicleta al hombro, al tiempo que aprovecha las ventajas de una mejor eficiencia de pedalada en los tramos de peor piso.

En carretera, lo normal es que no quites los pies de los pedales casi nunca, porque se trata de hacer girar las ruedas. El ciclismo de carretera se disfruta mucho más si no tienes que preocuparte de que el pie se te resbale del pedal. Hay estudios que demuestran que los pedales automáticos mejoran la eficiencia (transferencia de la potencia), y hay incluso quien afirma que son más aerodinámicos.

La técnica de pedalada es una ciencia y un arte a la vez, y la perfección solo se alcanza con años de práctica (y parece fácil cuando vemos pedalear a los profesionales). No hay nada como unos pedales automáticos en los puertos de montaña, porque durante el ascenso tiras del pedal con cada pedalada.

Los pedales automáticos más comunes en bicicletas de carretera son los Shimano SPD-SL. Son económicos y los tacos de repuesto se encuentran fácilmente en Internet o en cualquier tienda de bicicletas. Como sucede con sus grupos, Shimano tiene unos pedales para cada presupuesto, desde los básicos de aluminio hasta los de carbono Dura-Ace.

Pero Shimano no es la única marca que destaca en el mundo de los pedales: Look y Speedplay cuentan con sus propios sistemas y merece la pena echarles un vistazo, sobre todo si te obsesionas por cada gramo de peso.

Si estás empezando en esto, es mejor que dediques antes unas semanas a acostumbrarte a tu bicicleta y a los reglajes. Una vez que tengas la sensación de dominar la bicicleta en las carreteras de tu zona, cambia de pedal y disfruta del placer de integrarte a la perfección con tu bicicleta.

Caerse de la bici porque se te olvida soltar los tacos es algo que nos ha pasado a todos: ¡no te preocupes! Una vez que les pilles el truco, lo harás sin pensar y te bajarás y subirás de los pedales en los semáforos y cuando pares a echar un café sin darte cuenta.

Cuando te mueves por ciudad es habitual detenerse en los semáforos y en los cruces, y eso ya es un buen motivo para decantarse por unos pedales planos. Lo más fácil es ponerte los zapatos de diario o unas deportivas para moverte por la ciudad en bicicleta cada mañana.

Una Commuter bike es versátil y permite montar tanto pedales de plataforma como automáticos. A lo mejor llegas a la conclusión de que los pedales de plataforma te van bien para moverte por ciudad.

Si recorres distancias más largas por ciudad tanto a la ida como a la vuelta, o si tienes previsto rodar aunque haga muy mal tiempo, unos pedales automáticos pueden facilitarte las cosas. Las zapatillas de ciclismo están diseñadas para llevar los pies calientes por ciudad, y suelen ser más resistentes al agua que el calzado normal.

Con las bicicletas eléctricas no es tan importante la eficiencia de la pedalada porque de eso se encarga el motor; por eso, unos pedales de plataforma son perfectos para moverte a buen ritmo por la ciudad.

No lo prohíbe ninguna norma, y de hecho hay ciclistas que prefieren evitar caminar como un pato cuando se bajan de la bici. Además, son más prácticos en determinadas circunstancias, sobre todo cuando haces rutas de paseo y te bajas de la bici más a menudo. Otra ventaja es que es fácil cambiar de una bicicleta a otra sin necesidad de comprarse otro par de zapatillas.