Cuándo y cómo se deben cambiar las cubiertas de una bicicleta de montaña: Guía completa

¡Las cubiertas! Quizás no sean el componente más atractivo de tu bicicleta de montaña, pero está claro que no vas a llegar muy lejos si no vas bien calzado. Porque son importantes para tu seguridad, además de contribuir al rendimiento de tu bicicleta, es buena idea dedicar un minuto de vez en cuando a cuidar las gomas; por eso queríamos crear una guía para ayudarte a saber cuándo y cómo cambiar las cubiertas de una bicicleta de montaña.

El mantenimiento de las cubiertas de las bicicletas de montaña es crucial para garantizar la seguridad, las prestaciones y la longevidad. Un mantenimiento adecuado de las cubiertas, incluida la inspección periódica en busca de daños, el mantenimiento de una presión de inflado óptima y el control del desgaste de la banda de rodadura: todo contribuye a prevenir reventones y pinchazos que pueden causar accidentes.  

Además, con el mantenimiento adecuado, las cubiertas mejoran la tracción y la conducción en todo tipo de terrenos. para rodar con mejores sensaciones. Realizar las tareas de mantenimiento a su debido tiempo, como por ejemplo reponer el sellante de las cubiertas tubeless y evitar un desgaste excesivo, prolonga la vida útil de las cubiertas, refuerza la fiabilidad de la bicicleta y te permite disfrutar más del ciclismo, además de reducir la frecuencia y el coste de la sustitución de componentes. 

La vida útil de una buena cubierta de MTB suele llegar a los 5.000 kilómetros. Aunque, la verdad sea dicha, esto tampoco se cumple en todos los casos. La vida útil de una cubierta depende de tu manera de montar, de la calidad general del producto y de factores incluso más pequeños y que pueden pasar desapercibidos, como el cuidado que le des a tu bicicleta.  

Si montas cubiertas de verano de rodadura rápida en tu bicicleta de montaña y luego las sigues usando en barro todo el invierno las cubiertas se degradarán antes. Si no utilizas mucho la bicicleta el caucho de las cubiertas puede envejecer aunque no salgas a rodar, y esto también afecta a los kilómetros totales que las cubiertas podrían rendir en condiciones normales. 

Estos son varios de los indicios a los que conviene prestar atención, para saber cuándo ha llegado el momento de cambiar las cubiertas de una bicicleta de montaña.

El desgaste gradual de los tacos de la cubierta es probablemente el indicador más visible de que ha llegado el momento de cambiar las gomas. Para hacerte una idea de hasta dónde se han desgastado las cubiertas, puedes mirar el aspecto que tiene el mismo modelo cuando están sin estrenar. Presta especial atención a esas hendiduras finas que aparecen en la superficie de la goma para mejorar el agarre, ya que suelen ser uno de los primeros indicadores de que la banda de rodadura de la cubierta se está desgastando.  

Si te gusta entrar a fondo en las curvas con la bicicleta inclinada, los tacos laterales de la banda de rodadura acabarán sufriendo más de la cuenta. Podrían llegar incluso a caerse, o podrían rajarse de manera que dejaran de garantizar un buen agarre. 

Si las cubiertas están viejas y desgastadas, es posible que empiecen a agrietarse las paredes laterales. Si van montadas en tubeless, no solo podrías sufrir fugas de aire, sino que también se debilita la integridad estructural de la cubierta. La exposición prolongada a la luz solar también puede causar grietas, por lo que es aconsejable no guardar la bicicleta donde reciba directamente la luz solar.  

Si las ruedas se desgastan mucho, o si te cuesta subir cuestas que normalmente podrías subir sin tanto esfuerzo es posible que las cubiertas estén ya pasadas. Si pierdes perfil de la banda de rodadura pierdes el agarre y la bicicleta resbala y patina al pedalear.  

No hacen falta muchas herramientas para cambiar una cubierta convencional con cámara en el interior: 

• Una cubierta nueva 
• Dos desmontables 
• Una bomba 

Si la rueda es tubeless también necesitarás varios accesorios: 

• Válvulas tubeless
• Tijeras 
• Cinta de llanta tubeless  
• Líquido sellante tubeless 
• Un producto de limpieza para limpiar el lecho de la llanta (limpiador de frenos de disco, disolvente tipo aguarrás, alcohol isopropílico) 
• Bomba de pie con depósito auxiliar 

Aunque parezca evidente, es importante usar una cubierta que sea tubeless ready. No todas las cubiertas pueden ir montadas en tubeless, y sería muy frustrante tener preparadas todas las herramientas para luego descubrir que el producto que has comprado no se puede montar en tubeless.  

Vamos a dar por sentado que montas cubiertas tubeless en tu bicicleta de montaña, ya que esta es la opción más común y eficaz para los ciclistas de montaña. Si necesitas ayuda para cambiar una cubierta que lleva cámara en el interior, consulta nuestra guía para cambiar cubiertas de carretera y de gravel. 

Las cubiertas tubeless eliminan la necesidad de utilizar cámaras de rueda mediante el uso de sellos herméticos entre la cubierta y la llanta. El conjunto incluye cubiertas tubeless ready con un talón especial, llantas compatibles con tubeless, válvulas tubeless y sellante. La cubierta va montada en la llanta y el sellante se añade en el interior antes de inflar. La presión de inflado ayuda a que el talón de la cubierta quede fijado en su sitio con un sellado hermético. A medida que la rueda gira el sellante se extiende por el interior de la cubierta para sellar pequeños pinchazos y fugas, lo que permite una conducción más suave y fiable con un menor riesgo de pinchazos. 

El uso de ruedas tubeless es especialmente habitual en el ciclismo de montaña debido al número y la intensidad de los impactos que afectan a las ruedas. Cuando una rueda equipada con cámara se lleva un golpe fuerte es habitual sufrir un reventón por pellizco (la cámara se raja al quedar atrapada entre la piedra y la llanta y se desinfla en cuestión de segundos). Además de arruinarte una salida, esto también puede ser muy peligroso ya que podría hacerte perder el control de la bicicleta.  

¡Así que vamos a empezar! Lo primero es quitar la cubierta vieja. Lo normal es usar un desmontable, aunque es posible que tengas que separar el talón de la cubierta de la llanta y empujarlo hacia el centro de la llanta para facilitar las cosas.  

Si las cubiertas que vas a cambiar ya tenían sellante, encontrarás sellante seco en la cinta de la llanta. Limpia el sellante con un paño limpio y seco, o con una toallita de papel.  

Si es la primera vez que instalas tubeless, tendrás que aplicar, además, cinta de llanta tubeless. Si ese es el caso, deberás limpiar en primer lugar el lecho de la llanta con el producto de limpieza de los frenos de disco o con otro disolvente tipo aguarrás. Esto garantiza que la superficie quede perfecta y en las mejores condiciones para que la cinta tubeless se fije bien a la llanta. 

Una vez que la cinta esté perfectamente fijada a la llanta, limpia y sin residuos, ¡ya estás listo para pasar al segundo paso!

Si vas a usar cinta de llanta nueva, tendrás que perforarla directamente sobre el orificio de la válvula en la llanta para poder meter la válvula. Intenta usar algo pequeño y puntiagudo que haga un orificio inferior al diámetro de la válvula para que el ajuste sea ceñido y la válvula quede estanca.  

Retira el anillo de bloqueo, inserta la válvula a través del orificio de la llanta y fíjala en su lugar con ayuda de la arandela de bloqueo. 

Coloca la nueva cubierta en la llanta. Empieza por donde acabas de instalar la válvula y, a continuación, continúa recorriendo los dos lados al mismo tiempo. Esto deberías poder hacerlo con las manos. No llegues a montar toda la cubierta por completo, ya que todavía hay que… 

Agita bien el sellante de tubeless. A continuación, comprueba el bote para ver si incluye rayas marcadas en el lateral que te ayuden a calcular cuánto líquido vas a añadir a la cubierta. Es posible que también incluya indicaciones en relación con la cantidad de sellante recomendada para la talla de tu cubierta. Añade el sellante en la zona de 'regazo' que deja la parte de la cubierta que no está montada. Haz girar suavemente la cubierta 180° para que el sellante fluya por gravedad hasta la parte de la cubierta que ya está montada en la llanta. Así ensuciarás menos. Ayuda a que la parte restante de la cubierta se ciña a la llanta hasta que la cubierta quede perfectamente asentada en el interior. Es posible que tengas que usar un desmontable para el último trozo de la llanta. 

Recomendamos usar una bomba de pie equipada con un depósito auxiliar. El depósito auxiliar permite administrar una ráfaga de aire al interior del contenedor para liberarla en el interior de la cubierta tubeless de una sola vez. Esto permite alcanzar en un instante la presión necesaria para que el sellante tubeless dé buenos resultados. Abre la válvula y luego infla el depósito auxiliar a la presión recomendada para la cubierta. A continuación, conecta la manguera de la bomba a la válvula de la cubierta. Fíjala a la válvula para garantizar que no se mueve. La bomba debe tener un interruptor, un botón o una palanca para liberar el aire almacenado en el depósito, que pasará por la manguera directamente hacia el interior de la cubierta. Sigue bombeando aire a la cubierta para evitar que la presión baje demasiado rápido. El aire se moverá por el interior para llegar a todos los recovecos que queden sin sellar entre la cubierta y la llanta, y el sellante también llegará a toda la superficie interior de la cubierta para cubrirla por completo.  

Es importante que el sellante llegue a cubrir todas las posibles fugas de aire. Suelta el cabezal de la bomba de la válvula y ciérrala bien. Ahora, inclina la rueda hacia delante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo, de izquierda a derecha, para ayudar a que el sellante llegue a todos los recovecos del interior de la llanta y la cubierta. Esto también se puede hacer girando la rueda sobre su eje.  

Lo normal es poder apreciar a simple vista si la cubierta está bien asentada y si sigue perdiendo aire. Si es necesario, infla la cubierta un poco más con la bomba, simplemente para que no deje de entrar aire. El perfil de la pared lateral debe quedar asentado de forma homogénea en la llanta a lo largo de todo el perímetro de la rueda y en ambos lados.  

Deja un tiempo para que la cubierta se asiente y el sellante se seque, ¡y ya lo tendrás todo listo para salir a rodar! 

Al igual que sucede con el mantenimiento general de las bicicletas de montaña, una limpieza habitual de las cubiertas te ayudará a prolongar su vida útil y a mantener su buen funcionamiento.  

Debes comprobar la presión de inflado de las cubiertas con frecuencia, ya que, si ruedas con una presión demasiado baja, las cubiertas sufrirán un desgaste innecesario.  

También es conveniente comprobar el estado de la superficie de las cubiertas. A lo mejor descubres una piedrecita, una espina de una planta o un trozo de vidrio que podría llegar a atravesar la goma si lo pisas al rodar. 

Si tu bicicleta es tubeless, también hay que prestar atención a los niveles del líquido sellante. Debes evitar quedarte sin líquido, o que se seque; es conveniente comprobar el sellante y rellenarlo más o menos cada seis meses.  

¿Quieres más información de las bicicletas de montaña? Nuestra guía de geometrías de las bicicletas de montaña te explica estupendamente cómo afectan los ángulos del cuadro al comportamiento de la bicicleta. También tenemos una completa guía de compra para ciclistas de montaña que te ayudará a plantearte tu próxima inversión.