Una pionera en freeride
Samantha se sentía limitada en el escenario de la competición, así que buscó un nuevo desafío más en consonancia con su espíritu aventurero. Ahí es donde descubrió la disciplina del freeride. Sin embargo, lanzarse al espacio del freeride fue una experiencia que hizo poner los pies en la tierra. Samantha desconocía la importancia de ponerse manos a la obra y construir. Después de debutar en un evento de freeride de Red Bull Formation en Utah, EE. UU., y tras asistir al espectáculo de Rampage, sintió la inspiración de construir su propia línea a partir de cero.
En un deporte tradicionalmente dominado por hombres, su planteamiento valiente y su disposición a afrontar varios de los terrenos más peligrosos no solo le han valido un lugar entre la élite, sino que también han servido de inspiración a una nueva generación de ciclistas. Sus contribuciones van más allá de sus logros personales: trabaja activamente para fomentar una comunidad que apoye a las mujeres en el deporte organizando rutas de un día y campamentos, derribando barreras y fomentando una mayor participación. Está deseando poder seguir avanzando, no solo como ciclista, sino también como constructora.