Cómo limpiar tu bicicleta
Limpiar regularmente tu bicicleta hace que tu bicicleta funcione bien durante más tiempo. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo correctamente.
¿Es realmente necesario limpiar la bicicleta regularmente?
¡Sí! Igual te resulta una tarea pesada, pero mantener tu bicicleta limpia y bien lubricada es la mejor manera de alargar su vida útil. La suciedad y los restos de lubricante se acumulan con el tiempo y pueden dañar las piezas móviles de la bicicleta. Sencillamente, una bicicleta sucia y oxidada con un casete obstruido no funciona bien, la transmisión y los frenos se pueden llegar a bloquear y el cambio de marchas se vuelve más lento. Con una bicicleta limpia disfrutarás más del ciclismo.
¿Cada cuánto tiempo debo limpiar mi bicicleta?
Cuanto más a menudo limpies tu bicicleta más fácil te resultará hacerlo. Meses de acumulación de barro, polvo y lubricante pueden hacer que los cambios no funcionen correctamente, por eso es necesario limpiar la bicicleta.
Si eres un ciclista urbano y usas tu bicicleta urbana en seco bastará con hacerlo una vez a la semana. Si tienes una bicicleta de montaña o una bicicleta de gravel y te mueves por zonas con barro deberías limpiar tu bicicleta después de cada salida. Si te parece mucho puedes simplemente darle un enjuague rápido y lubricar la cadena, pero no te olvides de hacer regularmente una limpieza a fondo. Si tienes una bicicleta de carretera para hacer rutas largas durante el fin de semana tu programa de limpieza dependerá de las distancias que recorras. Limpia y engrasa la transmisión aproximadamente cada 100 kilómetros para que funcione correctamente.
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Un cubo:si tienes una manguera también vale.
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Una esponja y paños:usa una manguera que no se desintegre y pañps que no suelten pelusa.
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Cepillos:necesitarás cepillos de diferente tamaño, longitud y rigidez
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Un potro:así podrás limpiar tu bicicleta más fácilmente sin tener que girarla, además, te será muy útil para hacer las operaciones de mantenimiento.
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Un limpiacadenas:la cadena es una de las piezas más difíciles de limpiar. Para hacerlo de la manera que se merece es recomendable invertir en esta herramienta.
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Agua.
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Detergente:el que usas en casa puede servir, pero es mejor utilizar uno específico.
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Desengrasante:es muy importante, no podrás eliminar la suciedad de la cadena sin él. Es imprescindible usar un desengrasante cítrico o un limpiador de transmisiones específico para bicicletas.
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Lubricante:elige entre lubricante para seco o mojado en función de las condiciones del terreno.
El proceso de limpieza de la bicicleta
Ahora ya tienes todo lo necesario para empezar a limpiar, ¿cómo debes hacerlo? Lo primero es darle un buen chapuzón si acabas de pasar por senderos llenos de barro. Si tienes una manguera será más fácil. Recuerda que no se recomienda el uso de mangueras de alta presión, ya que pueden empujar la suciedad hacia lugares que son mucho más difíciles de limpiar.
Para hacer una limpieza a fondo es mejor empezar por la transmisión, aquí es donde necesitarás tu desengrasante. Aplica desengrasante generosamente en platos, cadena y casete y déjalo actuar durante unos minutos. Luego frota con un cepillo pequeño y firme para después enjuagar con agua limpia. Repite la operación si es necesario. Una máquina de limpieza de cadenas es excelente para esta tarea, ya que limpia a fondo todos los eslabones de la cadena sin ensuciar el resto de piezas, aunque tendrás que limpiar los platos y el desviador a mano.
Un consejo muy importante, ¡no uses los cepillos de la transmisión para el resto de tu bicicleta! Es probable que estos cepillos retengan algo de grasa y no querrás que se extienda por todo el cuadro y las ruedas, y aún menos que contamine las pastillas de freno.
Una vez que hayas terminado con la transmisión el resto es bastante más fácil. Es mejor empezar desde arriba ya que la gravedad arrastrará la suciedad hacia abajo, deja las partes inferiores para el final. Las ruedas y el cuadro se pueden limpiar fácilmente con agua con jabón y una esponja, o un poco de detergente concentrado para las partes más sucias. Puede usar un limpiador en aerosol, pero asegúrate de darle tiempo para que actúe antes de enjuagarlo.
Presta especial atención a los frenos. Dales un buen fregado con un cepillo firme (pero no con el cepillo de la transmisión). Una esponja o un paño están bien para lavar el cuadro. Las ruedas son un poco más complejas, así que usa un cepillo suave para limpiar las partes más difíciles de alcanzar.
Respecto a las bicicletas eléctricas: los mandos de control, el motor y la batería de estas bicicletas están diseñadas para ser resistentes al agua por lo que las puedes limpiar igual que cualquier bicicleta de montaña o carretera. Sin embargo conviene evitar mojar demasiado estos componentes. Recuerda, las mangueras de alta presión no son una buena idea.
Acabado
Cuando hayas terminado de limpiar todas las piezas, dale un enjuague final a la bicicleta y déjala secar completamente. Cuando esté totalmente seca, aplica lubricante a la cadena y al resto de piezas móviles asegurándote de no manchar las pastillas y los discos de freno. Limpia cualquier exceso de humedad al terminar.
Si se hace a menudo y con cariño, limpiar una bicicleta es muy fácil. Con pocas herramientas y buenos productos de limpieza puedes estrenar bicicleta en cada ruta.
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