Speed Dreams
Estar cerca de Chloé Dygert en un día de carrera ofrece una perspectiva única de qué es lo hace falta para ser la mejor entre las mejores. Antes de las contrarreloj, es la personificación de la concentración, capaz de visualizar cada tramo del recorrido y ver exactamente cómo lo va a afrontar.
“Cuando visualizo una carrera, la conozco como la palma de la mano. Para mí, ahí es donde radica la belleza del deporte. Visualizo cómo voy a salir de la rampa y enfrentarme al viento. Pienso en la velocidad a la que voy a mover las piernas, en la cadencia adecuada. Cómo controlo la frecuencia cardíaca. Cómo voy a afrontar la primera curva. Si elijo un manillar aerodinámico, o no. Y así sucesivamente”.
Y eso se nota antes de verla echar a correr. Busca un momento de silencio y soledad, muchas veces tumbada en la parte de atrás de la caravana del equipo, y repasa uno a uno cada giro y cada recta del recorrido que está a punto de afrontar. Y esta memoria fotográfica también funciona hacia atrás, porque Chloé recuerda todas las carreras en las que ha participado.
“A día de hoy todavía puedo describirte cada curva de la contrarreloj que hice en los mundiales de Richmond, soy capaz de volver a correr toda la prueba en mi cabeza. En Yorkshire, sabía cuántas veces tenía que cruzar la línea central antes del primer parcial. Todavía puedo oír el momento en que salí de la rampa y empecé a rodar sobre ladrillo. Todavía puedo oír las gotas de lluvia que caían ese día en mi casco...”
La mayoría de las personas no llegan a percibir que, fuera de estos momentos de concentración en cómo va a rendir a los pedales, Chloé es una persona muy sencilla: divertida, reflexiva, se ocupa de sus compañeros de equipo. Pero, al fin y al cabo, al final se trata de competir, y no es fácil encontrar a una deportista tan en sintonía con su rendimiento y su bicicleta, y que además sepa explicarlo tan bien:
“Ganar una carrera de ciclismo es divertido. Pero ganar una carrera de ciclismo cuando todo sale bien y estás en sintonía con tu cuerpo, tu fuerza, tu forma física, tu respiración y tu corazón es lo más hermoso, lo más inimaginable y lo más difícil de explicar. Estoy muy emocionada y agradecida de ver que todas mis bicicletas Canyon son capaces de rendir al máximo nivel, porque siento esa velocidad que me ayudará a ganar y alcanzar mis objetivos”.