Cómo preparar tu bicicleta de montaña para el invierno

Lo primero es lo primero: protégete de los elementos. Mantener una buena temperatura es esencial para la salud y para poder disfrutar del ciclismo de montaña. La clave está en vestir por capas. En los ascensos se te dispararán las pulsaciones, mientras que en los descensos podrías pasar frío.

Como mínimo, necesitarás lo siguiente:

• Chubasquero impermeable (como nuestro modelo DEFEND+)
• Calcetines de ciclismo impermeables
• Guantes de ciclismo de invierno
• Capa base térmica o de lana merina
• Bufanda tubular o gorro
• Gafas transparentes

Las capas de lana merina son una opción estupenda para ir bien abrigados en invierno. Aquí encontrarás más información sobre las ventajas de la ropa ciclista de lana merina.

Las extremidades se enfrían antes. Mantener las manos calientes no solo te ayudará a disfrutar mucho más del ciclismo de montaña, sino que además es importante para tu seguridad. Si no puedes accionar los frenos, tu salida con la bicicleta podría tener el peor final posible. Si quieres pedalear a gusto hora tras hora, asegúrate de tener los pies abrigados y secos con calcetines impermeables y zapatillas abrigadas.

Tienes que ver por dónde vas, así que unas gafas transparentes son una idea estupenda. Cuando ruedas por barro, protegen los ojos del barro y son fáciles de limpiar.

Viste tantas capas como necesites y echa ropa de repuesto en una mochila para emergencias. Es importante que tú y tus compañeros vayáis bien preparados para las inclemencias meteorológicas.

Protege el cuadro y los componentes para que tu bicicleta dure mucho más.

Un guardabarros montado en la horquilla te ayuda a tener la cara y la bicicleta limpias (más o menos). También protege las juntas de la base de la horquilla para que no acumulen demasiada suciedad. Esto significa que podrías reducir el desgaste de las piezas que se produce al rodar sobre barro.

Si estás buscando una bicicleta nueva y se acerca el invierno, es una buena idea invertir en un kit de protectores de cuadro antes de estrenarla. Los protectores de cuadro mantienen la pintura en buen estado. Esto te resultará especialmente práctico si dentro de unos años decidieras vender tu bicicleta de montaña.

Cuando sales con la bici en invierno, es más probable que conduzcas en la oscuridad. Llevar un par de juegos de luces de bicicleta es absolutamente imprescindible. Si vas en bicicleta hasta la cabecera de la ruta, necesitarás luces adecuadas para el tráfico (es decir, que den buena luz, pero sin dejar ciegos a los conductores) y otro juego de luces diferente para moverte por la montaña.

Para practicar el ciclismo de montaña, las luces tienen que ser extremadamente luminosas. Te vendrá bien ver todas las raíces, los árboles y las piedras que te encontrarás por el camino. La mejor forma de asegurarte de verlo todo bien es usar un juego de luces que vaya montado en el manillar y otro en el casco de ciclista. La ventaja de llevar una luz en el casco es que iluminará exactamente lo que estás mirando en cada momento, en lugar de la zona a la que esté apuntando con la bicicleta.

Quedarse sin pilas es una ruina y tendrás que interrumpir la ruta; es importante asegurarte de que las luces estén completamente cargadas. Lleva una batería externa o un juego de baterías de repuesto por si acaso.

Tomar la costumbre de limpiar de manera habitual tu bicicleta de montaña merecerá la pena a largo plazo. Ahorrarás dinero en repuestos y pasarás más tiempo pedaleando en lugar de arreglando la bici. A diferencia de las salidas de verano, en la mayoría de los casos volverás a casa con mucho más que una capa fina de polvo. En los bike parks es habitual encontrar instalaciones para lavar bicicletas, y puede ser buena idea utilizarlas antes de volver a casa.

Cuando llegues a casa, asegúrate de, como mínimo, lavar la bicicleta con una manguera. Elimina todo el barro antes de que se seque y asegúrate de que todas las piezas móviles sigan siendo eso, móviles.

Encerar o lubricar periódicamente la cadena después de un lavado y antes de salir con la bici evitará que la transmisión se agarrote.

Nuestra guía de mantenimiento de bicicletas en invierno cubre todos los aspectos esenciales para mantener tu bicicleta en buen estado en invierno.

Si sueles rodar con calas en los pedales, unos pedales planos pueden ser una opción mejor para el invierno. Dado que el terreno está más resbaladizo, te resultará más fácil bajarte de los pedales para evitar caerte. En senderos que estén en peor estado tendrás que bajarte de la bicicleta más a menudo. Usar zapatillas de bicicleta de montaña sin cala te da un mejor agarre al caminar.

Al rodar por barro, los pedales automáticos se manchan más. Si se llenan de barro los pedales, te resultará más difícil liberar el mecanismo de bloqueo. Por otra parte, unos pedales planos se deshacen fácilmente del barro.

Para obtener más información sobre las ventajas de los pedales planos frente a los automáticos, puedes ayudarte de nuestra guía.

Recorrer un sendero en invierno puede resultar una experiencia completamente diferente a la de recorrer el mismo sendero en verano. Las condiciones meteorológicas, la temperatura y la cantidad de ciclistas que lo recorran pueden afectar al estado de la ruta.

Montar unas cubiertas adecuadas para el barro te ayudará a ir mucho más tranquilo cuando ruedes sobre barro. Una cubierta de perfil más profundo y más estrecho puede ayudarte a ir mucho mejor por el barro.

Si ruedas sobre nieve o hielo, busca unas cubiertas para hielo. Este tipo de cubiertas viene con puntas metálicas en los tacos para darte más agarre.