Los secretos de la velocidad con Alec Briggs
El corredor de critériums Alec Briggs lleva mucho tiempo superando los límites de lo que es posible hacer en una bicicleta de carretera. Aquí, el fundador del equipo TEKKERZ nos cuenta sus ocho secretos de la velocidad.
La velocidad es adrenalina
Es ese momento en el que se te activa la adrenalina. Una parte del cerebro te dice que reduzcas la velocidad, pero la otra mitad te dice que vayas más rápido. Y la pregunta es: “¿Me lanzo? ¿Me quedo como estoy?” antes de tomar una curva o de lanzarse a neutralizar una escapada.
La velocidad es relativa
Ese equilibrio entre “la velocidad adecuada” y “demasiado rápido” es un subidón. Es un tipo particular de dopamina, una sensación que me gusta sentir. Y no importa si es en una curva o en una recta, a 30 o a 120 por hora, siempre puedes encontrar esa sensación de: “¡ahora sí que voy rápido!”
La velocidad merece respeto
Hay que reconocer el miedo a la velocidad cuando vas en la bicicleta. Si no le prestas atención, vas demasiado confiado, y al final te muerde en el culo. La fórmula perfecta es tener miedo de los límites y respetarlos, pero no tener miedo a la hora de llevar las sensaciones al máximo.
La velocidad se calcula
No es un riesgo. Es una idea calculada que te permite ir más allá de jugártelo todo. Siempre queda esa duda de hasta dónde podrías llegar en un momento dado. Y ahí está lo bonito, porque nunca puedes estar seguro de que tus cálculos sean correctos.
La velocidad consiste en encontrar el límite
Me tumbo al entrar en una curva, noto cómo las cubiertas empiezan a patinar, y sé que he llegado al límite: es el momento de reajustar. Casi me gusta que me pasen este tipo de cosas, no me echan para atrás, sino que me dan más ganas de seguir haciendo lo que hago. Tienes que forzar un poquito, otro poquito, otro poquito… hasta que sobrepasas el límite y tomas nota.
La velocidad es un cóctel
Para mí, el ciclismo es una partida de ajedrez. No se trata solo de ser el más rápido al cruzar la línea de meta. Es un cóctel de competición, eficiencia, potencia y fuerza, mezclado con atención al detalle y capacidades técnicas. Todo esto en conjunto te permite alcanzar una velocidad óptima.
La velocidad es un sueño
Mi sueño de velocidad es salir de una curva y encontrarme con una recta de 150 metros hasta la línea de meta. Entro a la curva impecablemente, busco el punto exacto de la trazada, lanzo las ruedas al exterior… a lo mejor patino un poco, pero luego salgo flotando de la curva, agacho la cabeza y voy a por la victoria. Soy imprudente, pero tengo el control, me muevo justo en el límite, lo sobrepaso un poquito y vuelvo hacia atrás. Eso es lo que te lleva a ganar.
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