Compartir sueños

Mathieu van der Poel es el corredor más explosivo, una leyenda multidisciplinar que nos deja sin aliento cada vez que se lanza a atacar con audacia.

Jasper Philipsen es el sprinter más rápido del mundo, un llegador sin límites que ahora incluye, además, los adoquines y el Poggio en su arsenal de velocidad.

Juntos forman un dúo casi imbatible en el Alpecin-Deceuninck; en los últimos dos años, su trabajo en equipo los ha llevado a conseguir victorias inolvidables en las carreras más importantes.

Aquí te contamos cómo comparten sueños de velocidad a bordo de la nueva Canyon Aeroad.

“Cuanto más exigente sea la carrera, mejor”.

Desde que empezó a montar en bicicletas Canyon en 2018, Mathieu van der Poel ha ganado nada menos que 166 carreras, y sigue sumando.

“Es que me encanta ganar. Por eso empecé a competir, y es lo que me motiva y me empuja a seguir adelante”, explica.

No solo impresionan sus cifras, sino la forma en que Mathieu gana cada carrera. MDVP, pionero en el “ciclismo total” moderno, se pone manos a la obra en cuanto puede. Cuanto más exigente sea la carrera, mejor para él. 

“Comenzamos a competir desde el kilómetro cero y no paramos hasta pasado el kilómetro 260”, cuenta. “Se sufre menos atacando y rodando solo, ir a rueda de otro corredor es una tortura. En el Campeonato del Mundo [en Glasgow] todos íbamos muertos cuando faltaban 22 km para llegar a meta. Entonces ataqué y, de repente, me sentía mucho más fresco, como si me hubieran salido alas”. 

Ese ataque resultó en un maillot arcoíris, el premio más deseado, el del mejor del mundo.

MVDP: MVP de ciclismo.

Había una época en la que Jasper Philipsen parecía terminar siempre en segundo lugar. Una época en la que, injustamente, se la apodaba “Jasper, el desastre”. La presión, y quedar tantas veces cerca del primer puesto, pesaban mucho en el joven sprinter.

En 2023, todo empezó a salirle bien al belga. Comenzó a ganar sprints como si nada, 19 en total esa temporada. Y luego disfrutó de la mejor carrera de su vida en los adoquines del norte de Francia.

“Mi podio en la París-Roubaix en 2023 me cambió el chip, ahora sé que también puedo competir por victorias en carreras de ese calibre”, comenta. “Di el paso adelante que quería dar en ese tipo de carreras. Quiero seguir en esta línea sin dejar de disputar los sprints”.

Ese verano, con cuatro victorias de etapa y el maillot verde, consiguió sus mejores resultados en sprints. Y en marzo de 2024 subió aún más alto con su victoria en la Milán-San Remo, su primera Gran Clásica.

Jasper era ahora “el maestro”.

A pesar de contar con dos de los corredores más rápidos del mundo en el equipo desde 2021, la primera vez que Alpecin-Deceuninck juntó a Mathieu y Jasper en un sprint fue en la Tirreno-Adriático 2023.

En los últimos metros de la etapa 2, Mathieu estaba al frente, intentando liderar a su compañero de equipo. Sin embargo, Jasper no estaba sobre su rueda, y en el cuerpo desordenado, el segundo fue el mejor que pudo encontrar el belga.

Sin embargo, solo tardaron un día en descubrir la mejor asociación que se ha visto en el ciclismo desde Cav y Renshaw. En la siguiente etapa, Mathieu llevó a Jasper impecablemente hacia la victoria.

Ver a uno de los mejores ciclistas del mundo lanzar el sprint de otro corredor era muy llamativo, pero a Mathieu le empezaba a gustar ese papel en los sprints: “Prefiero ganar yo, por supuesto, pero si puedes ayudar a alguien a hacer realidad sus sueños, me quedo muy contento”.

Dos meses más tarde, en el Baloise Belgium Tour, el dúo repitió la hazaña en la primera etapa, y luego pasó lo mismo en las etapas 3, 4 y 7 del Tour de Francia, toda una lección de cómo hacer el sprint perfecto.

En cada uno de los sprints, MDVP, se destacaba del pelotón con su músculo y su potencia, con Jasper a su rueda. Y, en cada ocasión, el belga se hizo con la victoria.

“Con Mathieu podemos poner un ritmo muy alto”, explica Jasper. “Si pone toda la potencia que es capaz de producir, no hay muchos lanzadores que puedan superarlo. Es bueno contar con un tren así”.

En la séptima etapa, MVDP fue sancionado después de un enganchón con Biniam Girmay. “Vi un hueco y tuve que lanzarme a abrirle paso a Jasper”, dijo después, con un planteamiento de todo o nada para su amigo y compañero en la carrera.

Jasper no se anda con chiquitas, porque para ganar en el Tour, “tienes que ir al límite. Así funcionan los sprints, y, si no te gusta, te quedas en tu casa. No se trata de hacer amigos con los otros equipos, eso está claro”.

Esta pareja sigue colaborando en sus ataques desde el Tour 2023.

Jasper ha descubierto lo que es capaz de hacer en las clásicas sobre adoquines, y eso libera a Mathieu para atacar más, o para rodar con más táctica, con la tranquilidad de saber que lleva a Jasper detrás en el pelotón, listo para ganar el sprint si surge la ocasión.

En la Gante-Wevelgem disputada en marzo de 2024, Jasper quedó cuarto, detrás de Mathieu, segundo. Luego, en la París-Roubaix, se llevaron un doblete en lo más alto del podio por segundo año consecutivo, un logro increíble, mientras que en la Milán-San Remo, Jasper ganó su primera Gran Clásica gracias al gran trabajo de equipo que hizo Mathieu para mantener el pelotón unido y decidirlo todo al sprint. Fue una victoria emblemática para el equipo, todo un alarde de unidad en unas circunstancias complicadas.

“Estoy orgulloso también de lo que ha hecho Mathieu. Es un trabajo en equipo fantástico, es maravilloso que podamos llegar a meta como un equipo”, declaró Jasper después. “Tengo que darle las gracias por lo que ha hecho. Sin él, probablemente no habría ganado, no”.

Mathieu estaba igualmente satisfecho con el resultado: “Ha sido precioso. Él me ayudó a hacerme con la victoria el año pasado en la París-Roubaix, y yo no olvido ese tipo de cosas. Estaba deseando verlo conseguir esta victoria. Si Jasper dice que se ve bien, yo le creo y corro para él. Siempre somos sinceros”.

Jasper se hace eco del sentimiento: “Nos entendemos bien y sabemos cuáles son las fortalezas de cada uno. Al final, Mathieu es la última persona que pensaría en sus propios intereses. Le gusta ayudar a los demás, como hice yo el año pasado en Roubaix. Nunca olvidaré lo que ha hecho. Le estoy eternamente agradecido. Probablemente era mi única oportunidad de ganar una Gran Clásica, así que espero que compartamos más momentos como este en los próximos años, para que pueda devolverle el favor”.

Siempre hay presión en el mayor espectáculo del mundo.

El Tour de Francia sube la temperatura del mundo del ciclismo cada mes de julio, y si has ganado cuatro etapas el año anterior y el 50 % de todos los sprints que has disputado en los últimos tres años, las expectativas son altas.

Por eso, en la primera semana del Tour 2024, cuando Jasper no ganó ninguna etapa, la frustración crecía por momentos. En el autobús del equipo se oía algún que otro improperio. Una sanción por irregularidades en un sprint. Ni siquiera se estaban lanzando los sprints tan bien como de costumbre.

Pero luego, justo después de la jornada de descanso, el Alpecin-Deceuninck realizó un lanzamiento de sprint de libro que dejó el camino despejado para Mathieu y Jasper en la décima etapa.

A esto le siguió una victoria en una etapa que dominaron, y así se liberó toda la presión.

“Se puede decir que la sensación es de alivio”, dijo Jasper. “La semana pasada no fue la mejor, fue interminable. Pero estoy muy contento de que el equipo siguiera creyendo en mí y jugáramos nuestras bazas, esta victoria de hoy nos la merecíamos todos”.

La primera persona en felicitar a Jasper después de cruzar la línea de meta fue Mathieu: “Cuando lo descalificaron la semana pasada, empezó a dudar de sus capacidades. Pero le dijimos que no se dejara llevar por las dudas, que se dedicara simplemente a lanzar su sprint. Creo que el sprint de hoy ha sido, de verdad, estupendo”.

Por eso se dice que los diamantes son fruto de la presión.

Estos dos ciclistas tienen contratos a largo plazo con el Alpecin-Deceuninck y con Canyon, de manera que sus sueños de velocidad seguirán yendo de la mano. Por suerte, cuentan con la ayuda de la bicicleta más rápida del pelotón.

“Resulta evidente por qué llevo tanto tiempo corriendo con bicicletas Canyon, y pienso seguir con ellas durante mucho tiempo”, añade MVDP. “Porque tengo muy claro que es la mejor bicicleta del mercado”.

Cuando Canyon empezó a desarrollar la nueva generación de la Aeroad, el equipo de I+D y los ingenieros se dirigieron directamente a Mathieu y a Jasper para escuchar lo que tenían que decir. “Está muy bien que Canyon escuche a los ciclistas. Está claro, nosotros montamos en la bicicleta a diario y podemos aportar mucha información”, comenta Jasper.

“Creo que, una vez más, han hecho un trabajo increíble con la nueva bicicleta”, dice Mathieu. “Es más ligera y más aerodinámica, y creo que eso puede marcar una gran diferencia en las carreras”.

“Esta bicicleta es especial para mí porque he ganado tantas carreras con ella”, afirma Jasper. “Un sprinter, lo que quiere es ganar carreras. Un deportista quiere ser el primero. Y si cuentas con una bicicleta fiable que te encanta, puedes hacerlo realidad”.

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